Luego de una inversión en zapatos y en carteras, viene lo más difícil: que parezcan siempre como nuevas, ahí esta el secreto:

• Sáqueles el polvo una vez por semana con un paño limpio y seco, utilice una tela húmeda para mantenerlo hidratado, así no se resecará nunca ni perderá su brillo natural. Guárdelos en un lugar fresco, nunca en bolsas plásticas porque ni lo dejan respirar (respiran), sino que se mancharán; en ese caso el algodón empapado con alcohol es la solución.
• Para mantener las botas limpias, aumentar su durabilidad y eliminar la mugre, utilice solo agua y un cepillo de cerdas suaves. Si tienen forro, con un trapo húmedo, una vez por semana. Si son de amarrar, retírele los cordones de vez en cuando, lávelos y deje los zapatos en el ambiente natural. Guarde los zapatos con papel de seda en el interior, esto les mantiene la forma y les alarga la vida.
• Los cinturones se lavan con una solución suave de jabón y agua tibia, se les retira el agua para que no se manchen. Hay que lavarlos completamente y secarlos con una toalla, después, extenderlos al aire libre.
• Para lavar la gamuza, frótela con una esponja seca o con cepillo de cerdas rígidas. Después de cada uso, con una lija muy fina se puede rescatar su aspecto. Para lavarlos completamente, ponga a hervir una olla, con el vapor y un cepillo de dientes les puede quitar todos los rastros del uso. Cuando el vapor se eleve, frótelos en la misma dirección, luego, con una toalla seque y frote de un extremo al otro en sentido vertical.